En un breve espacio de tiempo se han producido nuevos cambios y estilos musicales que en muchos comentarios y discusiones sobre la música son objeto de controversia. Mucha gente intenta buscar la mejor música para escuchar preguntándose por que estilo es el mejor, otros se preguntan si existe un distanciamiento entre los distintos estilos musicales... Pues bien, en este artículo dejo mi posición y algunas pequeñas ideas sobre este tema que en más de una ocasión ha sido objeto de debate con algunos de los lectores de este blog.
La música a lo largo de su historia y por definición siempre se ha caracterizado por su capacidad para transmitir todo tipo de sentimientos, sensaciones o ideas, constituyéndose de esta forma como un lenguaje, el cual se encuentra íntimamente ligado la imaginación, subjetividad y expresividad, tanto del intérprete como del oyente. Así mismo la música nace, se desarrolla y necesita de un contexto, tanto personal como social y la infinidad de contextos y culturas le dan junto con su expresividad una gran variedad y diversidad que enriquece y caracteriza este peculiar lenguaje.
Aunque la clasificación de la música puede llegar a restringir o limitar esta variedad debido a la necesidad de ajustarse a un estilo determinado. La música, religiosa o profana, “culta” o tradicional, “clásica” o moderna y en todas las culturas, ha cubierto un infinito abanico de posibilidades expresivas.
En un corto periodo de tiempo la gran innovación y desarrollo tecnológico han facilitado enorme y afortunadamentemente tanto la difusión como la grabación, reproducción y aprendizaje musicales. Fruto de la interculturalidad y dichos avances tecnológicos, surgieron nuevos estilos y géneros: El Blues, a principios del siglo XIX, con la confluencia de culturas africanas, americanas y también europeas; el rock a partir de mediados de este siglo (influenciado por el jazz y otros estilos: Rhythm&blues, Gospel…) o seguidamente el Pop.
De forma paralela, y debido a la globalización, a la lucha de algunos músicos por lograr la mayor fama y el mayor beneficio económico, la publicidad, o el consumismo, surgieron los fans y también los fanáticos. Especialmente un sector del pop, se fue orientando hacia la comercialización o la fama. En poco tiempo la música ha sufrido importantes cambios. Se han popularizado grandes conciertos, en los cuales, los grupos se valen de las técnicas de sonido para modificar y complementar su música y permitir un volumen generalmente muy elevado. Por otra parte la iluminación, las grandes pantallas y los macro eventos unidos a un innovador cambio en la orientación y estilos musicales así como en la forma de los espectadores de recibir esta música, llevaron a que un sector de la música restara relevancia a su diversa capacidad expresiva para ponerse al servicio de la fama, los mercados y especialmente los grandes espectáculos. La globalización ha permitido (además de difundir el patrimonio musical de distintas culturas) la difusión mundial de muchas canciones, su comercialización su popularización y en cierto modo la monopolización en la venta y difusión de determinados artistas generalmente ligados al Pop. Sin embargo ciertas figuras quedan prácticamente idolatradas para muchos fans-áticos, que se muestran entregadas y entusiasmadas por sus estrellas.
Ls aplicaciones electrónicas y tecnológicas siguen un rapidísimo crecimiento. Por una parte cada vez son más los instrumentos musicales eléctricos (teclado, guitarra, batería, violín…) y la informatización, complementos y ajustes informáticos permiten mejorar, equilibrar o potenciar ciertos aspectos para lograr una mayor adecuación, siendo una positiva fuente de recursos que muchos grupos utilizan y de la que algún grupo depende. Por otra parte la música electrónica ha surgido y se ha desarrollado rápidamente. Ahora bien, es evidente el gran cambio y las grandes diferencias de este tipo de música respecto al resto de formas y estilos musicales, y también es pregunta obligada por este distanciamiento ¿Es este género realmente música? Por supuesto se trata de una respuesta un tanto subjetiva que dependerá de lo que cada sujeto entienda por música y de lo que a cada oyente trasmita. Ahora bien, seguramente todos estaremos de acuerdo en que este tipo de “música” está más encaminado al espectáculo y a un tipo de fiesta y actividades determinadas y distintas que a la música entendida como ese lenguaje tan peculiar y su expresividad, del que antes hablaba.
Para concluir solamente decir que los avances tecnológicos y los cambios sociales que se producen han determinado siempre los distintos estilos, y fruto de ellos, es la gran variedad estilística, diversidad y disparidad de géneros que actualmente se dan. Por muchos de los que leéis este blog son conocidas a grandes rasgos mis preferencias musicales. Para poder entender un determinado género es necesario mirarlo desde el prisma de sus seguidores, por ello resulta irrelevante el hablar de cual es mejor. Ahora bien, precisamente por las diversas y propias finalidades de dichos seguidores, son fácilmente constatables diferencias entre la música como ese peculiar lenguaje, ateniendo a su capacidad expresiva, y los nuevos géneros, ligados a otros factores para lograr ese nuevo, peculiar y gran espectáculo; ambas similares y distintas.
La música a lo largo de su historia y por definición siempre se ha caracterizado por su capacidad para transmitir todo tipo de sentimientos, sensaciones o ideas, constituyéndose de esta forma como un lenguaje, el cual se encuentra íntimamente ligado la imaginación, subjetividad y expresividad, tanto del intérprete como del oyente. Así mismo la música nace, se desarrolla y necesita de un contexto, tanto personal como social y la infinidad de contextos y culturas le dan junto con su expresividad una gran variedad y diversidad que enriquece y caracteriza este peculiar lenguaje.
Aunque la clasificación de la música puede llegar a restringir o limitar esta variedad debido a la necesidad de ajustarse a un estilo determinado. La música, religiosa o profana, “culta” o tradicional, “clásica” o moderna y en todas las culturas, ha cubierto un infinito abanico de posibilidades expresivas.
En un corto periodo de tiempo la gran innovación y desarrollo tecnológico han facilitado enorme y afortunadamentemente tanto la difusión como la grabación, reproducción y aprendizaje musicales. Fruto de la interculturalidad y dichos avances tecnológicos, surgieron nuevos estilos y géneros: El Blues, a principios del siglo XIX, con la confluencia de culturas africanas, americanas y también europeas; el rock a partir de mediados de este siglo (influenciado por el jazz y otros estilos: Rhythm&blues, Gospel…) o seguidamente el Pop.
De forma paralela, y debido a la globalización, a la lucha de algunos músicos por lograr la mayor fama y el mayor beneficio económico, la publicidad, o el consumismo, surgieron los fans y también los fanáticos. Especialmente un sector del pop, se fue orientando hacia la comercialización o la fama. En poco tiempo la música ha sufrido importantes cambios. Se han popularizado grandes conciertos, en los cuales, los grupos se valen de las técnicas de sonido para modificar y complementar su música y permitir un volumen generalmente muy elevado. Por otra parte la iluminación, las grandes pantallas y los macro eventos unidos a un innovador cambio en la orientación y estilos musicales así como en la forma de los espectadores de recibir esta música, llevaron a que un sector de la música restara relevancia a su diversa capacidad expresiva para ponerse al servicio de la fama, los mercados y especialmente los grandes espectáculos. La globalización ha permitido (además de difundir el patrimonio musical de distintas culturas) la difusión mundial de muchas canciones, su comercialización su popularización y en cierto modo la monopolización en la venta y difusión de determinados artistas generalmente ligados al Pop. Sin embargo ciertas figuras quedan prácticamente idolatradas para muchos fans-áticos, que se muestran entregadas y entusiasmadas por sus estrellas.
Ls aplicaciones electrónicas y tecnológicas siguen un rapidísimo crecimiento. Por una parte cada vez son más los instrumentos musicales eléctricos (teclado, guitarra, batería, violín…) y la informatización, complementos y ajustes informáticos permiten mejorar, equilibrar o potenciar ciertos aspectos para lograr una mayor adecuación, siendo una positiva fuente de recursos que muchos grupos utilizan y de la que algún grupo depende. Por otra parte la música electrónica ha surgido y se ha desarrollado rápidamente. Ahora bien, es evidente el gran cambio y las grandes diferencias de este tipo de música respecto al resto de formas y estilos musicales, y también es pregunta obligada por este distanciamiento ¿Es este género realmente música? Por supuesto se trata de una respuesta un tanto subjetiva que dependerá de lo que cada sujeto entienda por música y de lo que a cada oyente trasmita. Ahora bien, seguramente todos estaremos de acuerdo en que este tipo de “música” está más encaminado al espectáculo y a un tipo de fiesta y actividades determinadas y distintas que a la música entendida como ese lenguaje tan peculiar y su expresividad, del que antes hablaba.
Para concluir solamente decir que los avances tecnológicos y los cambios sociales que se producen han determinado siempre los distintos estilos, y fruto de ellos, es la gran variedad estilística, diversidad y disparidad de géneros que actualmente se dan. Por muchos de los que leéis este blog son conocidas a grandes rasgos mis preferencias musicales. Para poder entender un determinado género es necesario mirarlo desde el prisma de sus seguidores, por ello resulta irrelevante el hablar de cual es mejor. Ahora bien, precisamente por las diversas y propias finalidades de dichos seguidores, son fácilmente constatables diferencias entre la música como ese peculiar lenguaje, ateniendo a su capacidad expresiva, y los nuevos géneros, ligados a otros factores para lograr ese nuevo, peculiar y gran espectáculo; ambas similares y distintas.
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