sábado, 15 de octubre de 2011

Nunca vi la política tan geológica.

Bolea 10/10/2011

AFINIDADES ELECTORALES Y ELECTIVAS EN ARAGÓN

Las últimas investigaciones geológicas están descubriendo estrechas afinidades entre Aragón y Marte, lo que explica muchas de las cosas que ocurren en nuestra comunidad y nos permite pronosticar lo que en el futuro ocurrirá en ese cada vez más cercano --especialmente para los aragoneses-- planeta.

Los científicos han concluido que la tierra (amarilla), el agua (subterránea) y el aire (sofocante) de Marte son iguales a los de Los Monegros, pudiendo establecerse entre ambos territorios un puente interestelar de cósmica afinidad.

Los marcianos, seguramente, no serán muy distintos a los hijos de Buñuel, por lo que en el futuro, a través de las autovías aéreas o cabinas de teletransmisión, podremos establecer cánones de acuerdo y colaboración. Seguro que nos llevamos mejor con la autonomía marciana que con otras perimetrales a la nuestra.

Estas afinidades de Aragón allende el sistema solar no son electivas, sino que proceden de la natural selección de las especies geológicas. Nosotros fuimos mar; hoy somos desierto. Fuimos imperio; hoy somos... ¿qué?

También en la política rigen las leyes geológicas, la sedimentación de los materiales pesados (ideologías), la erosión de los ligeros (tendencias), la implosión de magmas ocultos (golpes de estado, estadísticas), la estratificación interior (jerarquías partidistas, gobiernos) y un largo etcétera de fenómenos.

Afinidad, esa es la cuestión, palabra clave o piedra filosofal.

En Las afinidades electivas el poeta Goethe planteaba y analizaba el efecto de las fuerzas centrípetas disociadoras de la pareja humana, tal como la temperatura pueda romper el esquisto o licuar el oro. Pero son las fuerzas centrífugas las que rigen las afinidades electorales.

"Nosotros somos un partido de afinidades" dijo Mariano Rajoy , enarbolando estas teorías, en la convención del PP en Málaga delante de 2.000 compromisarios y de un más que satisfecho Arturo Aliaga, secretario general del Partido Aragonés. Ese pacto o afinidad electoral entre ambas fuerzas, PP y PAR, se puso como ejemplo de las erupciones tranquilas, controladas, previstas --con permiso del volcán Rubalcaba, cuya lava no ha comenzado a abrasar la campaña--, para la nueva era política. Habrá que ver si tanto diamante en bruto, más piedras, más barros, cuajan en nuevos depósitos de votos o acaban reduciéndose a material de arrastre (morrera).

Artículo de Juan Bolea publicado en El Periódico de Aragón del 10 de octubre de 2011.

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